jueves, 29 de mayo de 2008

El cumpleaños de !!!PINOCHO!!!


Si hablamos de Carlo Collodi o Carlo Lorenzini (que en realidad son la misma persona)….probablemente nos quedamos igual….pero….si hablamos de Pinocho, esto ya es otro cantar.

Hoy le dedico unas líneas a este entrañable personaje porque ha cumplido… ¡!125 años!!!!!

Carlo Collodi, cuyo apellido real era Lorenzi, pero prefirió utilizar un pseudónimo y escoger Collodi en honor al pueblo natal de su madre, nació en 1826. Dicen que era mujeriego, y bastante “farrero” (perdonad el lenguaje coloquial, pero así nos entendemos todos). Pero entre copa y copa, encontraba un hueco para escribir para el periódico Il Giornale dei Bambini, un serial infantil que se publicaba por entregas, Storia di un burattino (Historia de un títere).

En 1883 su editor apostó por publicar la historia completa, y nació una de las obras póstumas de la literatura infantil: LAS AVENTURAS DE PINOCHO.

187 ediciones, traducción a 260 idiomas y dialectos, múltiples adaptaciones cinematográficas (la más famosa la de Walt Disney en 1940), y una primera edición valorada en 7.500€.

La historia nos la sabemos todos: Pinocho es un muñeco de madera esculpido por el bueno de Gepetto, un carpintero que ha soñado siempre con tener un hijo. Haciendo cumplir sus deseos, la hada madrina da vida al muñeco, bajo la promesa de convertirlo en un niño de carne y hueso si se porta bien. Pepito Grillo, que le intenta hacer seguir el buen camino, y el Gato y el Zorro, que lo intentan embaucar, completan el elenco de personajes.


Pinocho ha conseguido forjar una iconografía de la mentira reconocible en todo el mundo: el alargamiento de la nariz. Es curioso que incluso ha sido refrendada por la piscología con la teoría de que si mientes, sueles frotarte de forma inconsciente el puente de la nariz.


Marcó también otro hito, el quebrar el esquema clásico de los cuentos infantiles hasta el momento. Con Pinocho aparecía por primera vez la figura de un niño mentiroso y travieso. Hay quien dice que era una proyección del propio Collodi.
Este nuevo perfil del personaje infantil, fue tan rompedor que incluso en algunos países, como EEUU, haciendo gala una vez más de un exceso de puritanismo, se aplicó la censura en el libro, publicando una versión más “light” y políticamente correcta.

Me perdí en enero el espectáculo flamenco de Ruben Olmo, en el teatro Albeniz, en homenaje al aniversario de Pinocho, pero lo que es seguro que mis hijos, cuando los tenga, no se perderán ni el libro ni la película.

No es bueno mentir, pero hay que conocer el riesgo de hacerlo para poder saber descartarlo, y no se es niño, si no se sabe ser travieso. Además, es reconfortable a medida que creces, saber que te acompaña esa voz de la conciencia, se llame o no Pepito Grillo, que al menos nos sirve para en determinadas ocasiones, sea cual sea la decisión final, parar y replantearnos el camino por el que vamos.

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