jueves, 12 de junio de 2008

Unos voltios por LA FERIA DEL LIBRO


Enrique “el librero”, un personaje relevante en mi vida en los últimos meses, me contaba en una de nuestras conversaciones acerca del sector del libro, cómo de especial es el público de una librería. “Es pausado, educado, sabe esperar, y sabe disfrutar de su estancia en la librería. Es fácil trabaja con él, y se establece un vínculo bello”.

El sábado hice una pasada atropellada por la Feria del Libro, la atravesé con velocidad porque tenía poco margen antes de llegar a un acto que organizaba la Editorial Encuentro sobre el Mayo del 68. Sólo anotar que la conferencia fue decepcionante, porque fue un elogio a la compañía, muy desconocida además por la presente, brillando París por su ausencia.
El bullicio y la multitud que rebosaba la Feria eran apabullantes. Nadie se hubiera creído las palabras de Enrique en ese momento. Payasos con zancos, niños con helados, parejas con patines, activistas buscando apoyos, y miles de curiosos que pasaban el rato.

Asomando su cara por las casetas, como si fueran los Pajes del Rey Melchor recogiendo las cartas de los niños en Navidad, estaban todos: Eduardo Mendoza, Almudena Grandes, Ruíz Zafón, Boris Izaguirre, Lucía Etxebarría, Antonio Gala, Juan José Millás, Juan Manuel de Prada, Pablo Coelho, Manuel Rivas….
Los escritores aparcaban su ego por un rato, para convertirse en propios protagonistas de sus novelas, saludar al público, firmar dedicatorias, y acercar el mundo del libro a la calle.

Me importa poco que sólo sea una estrategia de marketing de las editoriales para incentivar ventas. La iniciativa vale la pena. Porque además de que ya suma que la gente se lleve un libro a su casa, !!que incluso a lo mejor conseguirá leerlo!!, es primordial familiarizar a los ciudadanos con el libro. Los grandes medios no suelen prestar mucha atención al sector (escasos son los programas sobre libros que podemos ver en televisión), así que cualquier propuesta ayuda.
¡!Y para qué mentir!!!, personalmente me hizo mucha ilusión ver a todos esos Ases (algunos más que otros) de la literatura actual.
Los porcentajes de lectura en España son aún bajos, sube en el sector infantil y juvenil, pero aún hay mucho que escalar entre los adultos. Las ediciones de bolsillo, y lamentablemente, los best seller, son lo que más se cuela. Y ya casi parece que ni necesitamos las librerías, en las grandes superficies resolvemos la compra de la semana, y la lectura del año.

Pero a pesar de todo ese murmullo negativo, es cierto que la gente responde a las acciones, y si el libro sale a la calle, los madrileños, y transeúntes e hijos adoptivos de de la capital, ahí están dando soporte.

Ayer volví a ir. Esta vez con algo de tiempo, dispuesta a disfrutar con más calma de la oferta expuesta. Con la intuición de que, en miércoles, y con un día medio de lluvia, la Feria estaría vacía. Cuál fue mi grata sorpresa cuando, ¡!no!!. Ayer también había gente.
Señoras buscando libros para sus hijos, que miraban atentos lo que pedía mamá, abuelitos revisando ediciones antiguas e ilustradas de El Quijote, jóvenes que compraban alguna novedad, o incluso títulos independientes. Personal hurgando entre guías de viaje y libros de receta, y por supuesto, manuales “zen” que nos den la clave para vivir mejor. Profesionales investigando ensayos, y con listas apuntadas.

Esta vez, el perfil si encajaba con la descripción de Enrique. La gente, de forma tranquila, iba paseando por las casetas, y con un tono dulce y correcto, que suena extraño en nuestro día a día, se dirigía a los libreros, y gozaba de solicitar ayuda, y averiguar. Sin prisas, disfrutando, con ganas de encontrar, o simplemente conocer.
De repente, mi piel se estremeció. Si te quiero es porque sos, mi amor mi cómplice y todo.Y en la calle codo a codo, somos mucho más que dos”. Voces de niños que recitaban poemas de Benedetti rompían el runruneo de la Feria. Un acto de la literatura a favor de la solidaridad. Un momento precioso, que acabó de subir el nivel de la Feria.
Me fui cargada, pero muy contenta. Hippies y Generación Beat, contenido para próximos post. Y por supuesto, como la Feria estaba dedicada a literatura sud americana, ya sabéis de que país me llevé unos cuantos ejemplares. ¿Qué pasa, che??

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