miércoles, 4 de junio de 2008

!!! Mucha KYLIE Mucha!!!


!!Mucha KYLIE, Mucha!!!.

Desde mi mejor época cerrando Green y Archy los jueves y los fines de semana, cuando en mi casa colgaban esas bolas ochenteras de discoteca, no me había reencontrado con la diva australiana del pop. Tampoco nunca antes le había prestado demasiada atención. En ese momento fueron muchas las noches en las que copazos y risas se entremezclaban en la pista al ritmo de Can’t get you out of my mind. O, más familiarmente conocida, como…la, la, la…. ¿A que estáis moviendo los pies??

Mi “ligue” de esa época, que se alargó un par de años, la encontraba muy pero que muy sexy. “Pequeñita, y se mueve bien, muy guapa y con algo de clase para ser una star”.

Así que no había opción. Si no puedes con el enemigo, únete a él. Cayó un CD de la Minogue, y si había que bailarla, se bailaba.

Ayer ella estaba en Madrid, y más que curiosidad que por otra cosa, medio enredada, medio con la iniciativa, decidí que porque no ir a “conocerla”. No me sonarán más que un par de canciones, pero…..¿y el show??
El resultado: ¡!! Mucha KYLIE, Mucha!!!.

Apareció entre redes enfundada en una vestimenta algo extraña. Una Cenicienta mala. Durante toda la noche jugó a ser una actriz de los 60’s, combinándolo con el morbo de una estrella del nuevo milenio. Jean Paul Gaultier supo hacerlo.
Ya no es esa chica pizpireta, después de su enfermedad ella misma reconoce que le han llegado las curvas. Es discutible si ha ganado o no en sensualidad, pero de lo que no hay dudas es que sus 40’s están muy bien llevados.

Junto a la estrella, hasta 20 bailarines, o quizás saltimbanquis descartados del Cirque du Soleil. Entremezclaron coreografías llenas de piruetas, movimientos de la mejor clase de aerobic, y pasos del curso más elitista de bailes de salón. Fueron cheerleaders americanos, marineros al ritmo de Vacaciones en el Mar, personajes de Copacabana, samuráis morbosos, galanes de un vals austríaco, y pequeños pitufos eléctricos vestidos de purpurina. Y entre ellos, siempre Kylie. La reina que hace bailar a los súbditos. Y ayer, sus vasallos fuimos todos.

El Palacio de los Deportes presentaba un lleno total. Y el público llegó animado, con ganas de divertirse, y se entregó. La reina bajó de su trono para conocer al pueblo, y con un castellano bueno, habló y habló, animó y rió. Cercana y pasándoselo bien, contagió las ganas.

Es musa de los gays, así que por supuesto, allí estaban chicos con alas…y sus mejores galas. Kylie lo sabe, y fueron muchos los giños que les dirigió. En las pantallas, varones musculados con tangas minúsculas provocaron el delirio de ese público de Chueca.

Luces, decorados, suelos de ajedrez y cartas de ajuste, efectos especiales, música pegadiza descubierta con un morbo con clase. Un final a lo Rondel Oro dio paso a vítores de Oeoeooeoe…….y a dos últimas canciones. Cerró con I should be so lucky.

Yo volví al pasado por unas horas, al tiempo que me moví como en la más divertida pista de discoteca. Mis maestros musicales me tendrán que perdonar por, de vez en cuando, disfrutar con la música comercial. La semana que viene me enderezaré de nuevo, y os contaré a Radiohead.

Pero hasta ese momento: ¡!!Mucha KYLIE, Mucha ¡!!

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